Holanda, Turquía, Grecia, Italia e Israel en 1972, enfrentando a los equipos grandes de esos países. La Copa Intercontinental 1972, de entrada, parecía complicada ya que tuvo en frente al Ajax de Ámsterdam holandés, la base de la «Naranja Mecánica» que más tarde fue finalista de los Mundiales de 1974 y 1978. La serie comenzó en Avellaneda culminando en 1-1, donde los holandeses ya se habían puesto en ventaja en el minuto 5 con un gol de su estrella Johan Cruyff, camiseta de estado unidos y casi sobre la hora llegó el empate rojo por medio de Francisco Sá.