“Adrián Martínez es un delantero muy generoso, que trabaja para el equipo. Aunque las cosas iban muy bien en el club, la jubilación forzosa de Mercer en 1964 marcó un período de agitación profunda en equipo. Para Adrián, fue un momento emocionante, ya que finalmente consiguió empezar a ser reconocido en su país, camiseta de la real sociedad donde hasta hace apenas unos días era uno de esos tantos jugadores argentinos “desconocidos” que giran por distintas ligas del mundo.