Los encuentros eran válidos por la clasificación para la Copa Mundial de Fútbol de 1970, a disputarse en México. Dicho conflicto se agudizó por la serie de encuentros que disputaron las selecciones de fútbol de El Salvador y Honduras. Para evitar estos males del fútbol, la FIFA promueve una campaña llamada Fair Play o Juego Limpio, la cual invita a los participantes de este deporte a mostrar valores que hacen crecer al fútbol.